Desayuno opíparo en O Pazo, regentado por un ser fáctico añorante de tiempos mejores, cuando Paco iba a pescar salmón al río Ulla.
Nos acercan en tasis a A Susana y comenzamos (començons), bajada por tierra, falsos llanos, lo de siempre.
Máx inventando un camino nuevo.
Oficios ancestrales de la Galicia interior: saneando la acequia.
En un pis pas, subiendo desde Santa Lucía cruzamos el puente que nos recuerda la triste curva de Angrois, lugar del fatídico accidente de julio de 2013.
Continuamos la subida y llegamos al cruceiro de Sar desde donde empezamos a divisar las torres del Obradoiro.
Tras una última fuerte subida, entramos en la zona monumental por la Porta de Mazarelos.
Nos plantamos en la plaza del Obradoiro, donde hacemos las pertinentes chorradas, celebraciones, fotos...
Tras lo cual, nos acreditamos, conseguimos la compostela, compramos regalos, alguno (Luis) abraza al Santo (muñeco, según Jesús), y comemos en Los Sobrinos del Padre.
Con rapidez nos dirigimos al tren, que arranca con nosotros dentro a las 16:10.
Concha se hace, otra vez, un Puebla de Sanabria, Andrés, un sudoku de los suyos, Maximo se duerme, y el resto aguanta.
Cervecita en el vagón-bar y...
Peregrinos desperegrinando.
Oda a unas zapatillas.
¡Que zapatillas geniales!
¡Que atómicas zapatillas!
Os subiré a los altares
Y os dejaré de por vida.
Sin dediles, zapatillas
y aparejos del Andrés,
yo es que os juro por mi vida,
que no me aguantan los pies.
Luis M. Martín Muñoz.
(Alias Djinn, Bibli, Capi, Forofi, Rubito...)